viernes, 12 de junio de 2009

APP - Lima se proununcia sobre violencia en Bagua

PRONUNCIAMIENTO DE APP - LIMA
Las bases de Lima del Partido Político “Alianza para el Progreso”, APP, frente a los graves actos de violencia que han traído como consecuencia la muerte de compatriotas policías y civiles, entre ellos, nativos, el día 5 de Junio en la Región Amazonas, provincias de Bagua y Utcubamba, se pronuncia:
Primero.- El derramamiento de sangre es la expresión cruenta del grado en que la sociedad peruana se encuentra peligrosamente fragmentada. Nuestra diversidad socio cultural, lejos de ser una riqueza, se convierte en una amenaza debido a que los gobiernos marginan y subestiman a las minorías étnicas que sufren secularmente un estado de exclusión, explotación y conculcación de derechos.
Orientaciones ideológicas, políticas y económicas que favorecen el predominio de los grandes capitales globales, subordinan y condenan al emergente capital nacional, abren las puertas a la explotación depredadora de nuestros recursos y postergan el crecimiento y desarrollo del país, impidiendo una inserción adecuada y favorable al mundo global, al comercio internacional y a los tratados de libre comercio.
Lo que acontece en el oriente peruano, es un sangriento indicio de cómo el Estado y los gobiernos tradicionales, no asumen la protección de nuestras inmensas reservas naturales y biodiversidad, convertidos en meros administradores de intereses económicos internos y ajenos a los intereses nacionales, permitiendo la depredación de nuestros recursos forestales, energéticos, mineros y zoológicos, contaminando nuestros ríos, bosques, y lagos. Pero sobre todo, poniendo en riesgo la precaria situación de 42 grupos étnicos, subestimados debido a su raza, color, lenguaje, cultura y cosmovisión.
Segundo.- Nuestro partido condena y rechaza todo tipo de violencia. Así, rechazamos la torpe represión del gobierno, que ha ocasionado un derramamiento de sangre de policías y nativos, sin precedentes en las últimas décadas. Alertamos contra cualquier intento de destruir total o parcialmente las etnias amazónicas.
Igualmente, rechazamos cualquier injerencia nacional o extranjera, ajena a los intereses de los pueblos amazónicos, así como la manipulación política de partidos u organizaciones extremistas, que vienen azuzando la confrontación, aprovechando el caldo de cultivo que significa la exclusión de las comunidades nativas.
La violencia no es más la partera de la historia. Como humanistas, la condenamos, y expresamos nuestra indignación ante la muerte de policías y civiles, extendiendo nuestra solidaridad a sus familiares, con quienes compartimos su dolor y consternación.
Cuarto.- El Estado, concebido desde la óptica de gobiernos tradicionales como el del APRA, dentro de un sistema democrático que sigue restringiendo la participación del pueblo a los momentos electorales, es caduco y no da más. El estilo prepotente, ajeno al diálogo democrático y al desarrollo inteligente, que valore y considere la cultura nativa, así como la cultura andina, y la rica diversidad de nuestro pueblo, reedita la incapacidad histórica de partidos tradicionales para gobernar para todos los peruanos, sin exclusiones.
Quinto.-En cuanto al régimen del presidente Alan García, al firmar el documento doctrinario denominado “El Perro del Hortelano”, sienta las bases de lo que sucedió el 5 de junio, es decir, la entrega de la selva, a sangre y fuego, a las transnacionales, sublimado por el TLC hacia afuera, abandonando el anunciado TLC hacia adentro.
Se sigue conduciendo al país a aquel predominio del capital global, predatorio y especulativo, que ha colocado en grave riesgo a todo el sistema capitalista mundial, en los mismos centros hegemónicos de Europa y Norteamérica.
Sexto.- El Perú es uno de los 8 países mega diversos del mundo. La Amazonía representa más del 60% del territorio nacional, tiene 31 de las 114 zonas de ecosistemas de vida mundiales, el 95% de los bosques y el importante recurso hídrico e hidro energético frente al cambio climático. A esta riqueza se añade la gran diversidad cultural, etnias y lenguas de pueblos indígenas milenarios, con conocimiento y tecnologías viables para la sostenibilidad de los recursos naturales. El 50% de esta población vive en extrema pobreza por el abandono, despojo, contaminación y explotación extractiva de riquezas del suelo y subsuelo, a cambio de cuya explotación no reciben mayores beneficios en su calidad de vida, educación, salud o alimentación. El promedio del déficit calórico es del 34.4% de la población.
Estos pueblos tienen derechos sobre los territorios que ocupan aunque no estén demarcados y titulados. Así lo sostiene el Convenio 169 de la OIT ratificado por el Perú que, refiriéndose a este tema dice: “deberá reconocerse a los pueblos interesados el derecho de propiedad y de posesión sobre las tierras que tradicionalmente ocupan”.
El Art.66 de la Constitución reza: “Los recursos naturales, renovables y no renovables, son patrimonio de la nación. El Estado es soberano en su aprovechamiento. Por ley orgánica se fijan las condiciones de su utilización y de su otorgamiento a particulares. La concesión otorga a su titular un derecho real, sujeto a dicha norma legal”.
El Art.89 de la Constitución dice: “Las comunidades campesinas y las nativas tienen existencia legal y son personas jurídicas. Son autónomas en su organización, en el trabajo comunal y en el uso y en la libre disposición de sus tierras, así como en lo económico y administrativo, dentro del marco que la ley establece. La propiedad de sus tierras es imprescriptible, salvo en el caso de abandono previsto en el artículo anterior. El Estado respeta la identidad cultural de las comunidades campesinas y nativas”.
El Partido Político Alianza para el Progreso, considera que este articulado no ha sido tomado en cuenta y por eso no se ha posibilitado, intencionalmente, el diálogo consecuente con el espíritu de la ley.
Séptimo.- Hay varios responsables y cómplices de lo sucedido, pero consideramos que la responsabilidad mayor lo tiene el Ejecutivo con su Gabinete y el Parlamento, con la bancada aprista y quienes le hicieron el juego. Por lo tanto, en un acto de responsabilidad y decencia política, y por haber llegado ya al agotamiento político, consideramos que el actual gabinete debe renunciar, al margen de cualquier responsabilidad de Ley, que debe alcanzar a los autores y azuzadores de la violencia, forma que rechazamos como método de lucha política, en nuestra condición de partido humanista y democrático.
Octavo. Queda como lección histórica, la necesidad de reconocer que para construir una nación auténticamente democrática, humanista y descentralista, el Estado peruano requiere de gobiernos con la conciencia de ser dirigentes de un país heterogéneo, plural, diverso y único, en el que los consensos y la inclusión deben marcar el paso de un desarrollo sostenido , moderno, con inversión y justicia social, dentro de condiciones equilibradas y equitativas de comercio global, abierto a la inversión extranjera dentro del marco de nuestras leyes e intereses nacionales, impulsando el desarrollo de un capital nacional moderno, tecnológico y exportador, para cerrar el paso a la prepotencia, a la corrupción, a la represión y a la muerte.
Lima, 12 de junio de 2009
La Dirección Ejecutiva de Alianza para el Progreso – LIMA
Luis Iberico
Responsable Político de Lima Metropolitana

Jorge Ruiz Tejedo
Responsable Político de Lima Provincias

sábado, 6 de junio de 2009

BAGUA, LA CURVA DEL DIABLO Y LA SELVA DEL PERU - LUIS IBERICO

La selva ha sido convertida en una ciénaga de sangre. Odios y rencores que burbujean en el fondo de una historia enmarañada vuelven a brotar. Surgen como los oscuros escupitajos del codiciado petróleo. O se derraman como las lágrimas del caucho llorando el paso de sus conquistadores.
Ya son más de veinte los policías muertos a balazos, o degollados, o envenenados con lanzas ponzoñosas. El número de civiles -nativos o colonos- aún se desconoce y parece importar menos, aun cuando todas las muertes pesan igual y duelen lo mismo.
La Curva del Diablo convertida en un infierno; la jungla en un callejón que no deja salidas; las olvidadas ciudades amazónicas en regueros de sangre y gases lacrimógenos, y las instalaciones petroleras en trampas para policías abandonados a su suerte.
¿Qué está pasando en el Perú?
Se está repitiendo la historia de siempre y –por ahora- sin final. Valen más los intereses del desarrollo occidental que la existencia de puñados de peruanos marginados que habitan en el corazón de nuestra más grande reserva de biodiversidad.
Decretos legislativos que no fueron consultados a esos pueblos, ni debatidos en el parlamento que otorgó silenciosas facultades al gobierno, despiertan en la selva el demonio de la desconfianza y reavivan viejas heridas que jamás cicatrizaron. Eso es lo que pasa.
Al margen de la repartición de culpas entre humalistas, gobiernistas, dirigentes nativos violentistas, fujimontesinistas, Lourdes y Toledo. Al margen de las conferencias de prensa y las mociones de censura y la codiciada cabeza de Yehude Simons. Al margen de la cobertura minuto a minuto de los medios, de las conferencias de prensa y los editoriales.
Al margen de todo lo coyuntural, de todo lo que en unas semanas serán periódicos de ayer, lo que hay en el fondo es una exclusión histórica de pueblos que habitan una selva de la cual ayer se extrajo caucho y hoy se extrae petróleo y gas, o se extienden los cultivos de la palma aceitera, o se busca rozar miles de hectáreas de bosques y sembrar especies extrañas para producir biocombustibles. Todo eso a cambio de poco, o casi nada.
¿O usted ha visto algún buen colegio, una gran universidad, un instituto de investigación de tecnologías de punta, modernos hospitales, mega puertos o supercarreteras en esa parte del Perú donde también hay peruanos?
Eso es lo que pasa.